LA CRUZ DE LA JMJ EN ALCOY

La jornada mundial de la Juventud fue instituida por Juan Pablo II en 1983 con ocasión del Año Santo de la Redención, cuando los jóvenes (de aquella época, hoy ya no lo somos tanto, pero seguimos siendo jovenes) recibimos la invitación del Papa a participar del Jubileo el Domingo de Ramos. Después de esta celebración y como signo de lo vivido en el Jubileo, se nos confió la Cruz de la Redención, la cual nos ha acompañado en todas las JMJs.

 

 

“Os confío la cruz de Cristo. Llevadla por el mundo como signo del

amor del Señor a la humanidad y anunciad a todos que solo en Cristo

muerto y resucitado hay salvación”

Ayer esa Cruz, que ha recorrido todo el mundo, nos visitó en Alcoy, en concreto llegaba sobre las 19:00 horas a la Parroquia de San Roque en la que tuvo lugar una Eucaristía, oficiada por el Obispo de Valencia,  Monseñor Carlos Osoro, en la que se nos invitó, tal y como en su día hizo S.S. Juan Pablo II, a seguir a Cristo sin miedo, vale la pena seguir la causa de Cristo, pues esta no es otra que el Amor.

La Cruz es expresión máxima de la Gratuidad de Dios revelada plena y totalmente en Jesús. En ella se nos revela esta Gratuidad inmensa de Dios que sólo podemos acoger y agradecer. Al contemplar al Señor crucificado contemplamos esta Gratuidad de Dios. Mirarlo nos va cambiando el corazón y despierta en nosotros el deseo de vivir como Él vivió, en gratuidad.

Seguidamente nos trasladamos en procesión desde la Parroquia de San Roque hasta el Santo Sepulcro, durante el recorrido varios grupos de jovenes pertenecientes a diversos grupos juniors de la ciudad portaron a hombros la Cruz de la JMJ, es impresionante la gran cantidad de jovenes que anoche pude ver durante toda la jornada participando activamente en la fiesta, entonando bellas canciones e ilusionados ante la próximidad del gran evento en Madrid, del que nos separan sólo 6 meses.

A las 22:30 asistimos a una Vigilia de Oración, en el Santo Sepulcro, cantando bellas canciones e intercalando varios testimonios protagonizados por varios de los jovenes que allí se encontraban y finalizando con varias oraciones entre las que destaco esta:

Exigí estar en primera fila de los grandes eventos ...pero se me colocó en el

último lugar

Sólo así pude conocer la paciencia y la humildad.

Exigí ser el centro de mi familia, de mis amigos...pero siempre había otros

que sabían más, eran más graciosos, necesitaban más

Sólo así aprendí a vivir en gratuidad y a penar en los otros.

Exigí que se me reconociera, que se me diera fama y gloria ... pero no dejé

de ser alguien normal,

Sólo así pude vivir en sencillez, sin hacer daño a los demás.

Exigí tener cosas, poseer dinero… pero se me dio tener que luchar mucho

para conseguir alguna cosa

Sólo así aprendía a valorarlo todo y agradecerlo todo

Exigí tener belleza, un buen cuerpo… pero se me concedió ser del montón,

no llamar la atención

Sólo así aprendí a no sentirme superior a los demás, a valorarme y a

no valorar a los demás por su apariencia

Exigí reír siempre, pasármelo bien siempre… pero estoy conociendo muchos

momentos de tristeza y apatía

Sólo así comprendí que la vida no sólo está compuesta de cosas

bellas y pude acompañar a los que sufrían.

Exigí un carácter fuerte que impusiera pero ... pocos me hacen caso y me

toman en serio

Sólo así he aprendido a ver a los que pasan desapercibidos y a

disfrutar de todos mis amigos.

Por todo eso Dios mío ... por lo que nunca pedí, por lo que pensé que era un

fracaso… ¡gracias!