CONSIGAMOS NUESTROS SUEÑOS

A alguién, como al chico de la imagen, en su juventud le encantaba correr. Su sueño era llegar a ser un atleta. Siempre tuvo muy buenas facultades hasta que uno de sus entrenadores menospreció su capacidad y le dijo que nunca sería un gran atleta.

Así que desertó; renunció a su sueño. Años más tarde, ya como joven adulto, estaba prestando un servicio voluntario en otro país en el que tenía que desplazarse en autobús. Estaba trabajando con un joven que resultó ser uno de los atletas más veloces de su estado. Tenían una cita, para la cual llegaban tarde y vieron un autobús que tenían que tomar, pero rápidamente lo estaban perdiendo de vista.

Ambos empezaron a correr tan rápido como pudieron. Cuando alcanzaron el autobús, él se dio cuenta de que había rebasado al corredor estrella que iba a su lado. El corredor estrella le dijo, "Qué rápido eres. Deberías haber sido un atleta". Cuando el joven reflexionó en eso, se dio cuenta de que había permitido que alguien más le robara su sueño. Había permitido que alguien más determinara lo que él era capaz de lograr o no. Entonces, tomó la decisión de que nunca permitiría que eso volviera a suceder.

Una de las cosas más grandes que puedes hacer, es determinar por ti mismo cómo cumplir tus sueños.